El silencio del dolor: una reflexión sobre el suicidio.
- Zera psicologia
- 2 sept
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Hablar del suicidio nunca es sencillo. Es un tema rodeado de tabúes, miedo y silencios, pero al mismo tiempo es una realidad que toca vidas, familias y comunidades enteras. Desde lo clínico, el suicidio no es un acto aislado ni una “decisión repentina”, sino la expresión de un sufrimiento profundo, a menudo invisibilizado y sostenido en el tiempo.
La persona que piensa en quitarse la vida no busca acabar con su existencia, sino con el dolor que le resulta insoportable. Ese dolor puede estar vinculado a la depresión, la ansiedad, experiencias traumáticas, duelos no resueltos o la sensación de vacío y desconexión. Entender esto es fundamental: el suicidio no habla de debilidad, sino de un nivel de sufrimiento que excede los recursos personales disponibles en ese momento.
Como red de apoyo, tenemos la responsabilidad de reconocer los signos de alarma: cambios en el comportamiento, hábitos de vida, aislamiento, expresiones de desesperanza o regalar objetos significativos, Estos signos son llamados de auxilio que necesitan ser escuchados con atención y sin juicio.
La prevención del suicidio empieza por algo aparentemente simple, pero vital: hablar. Abrir un espacio de diálogo, preguntar sin miedo, acompañar sin minimizar. La escucha empática puede convertirse en un puente hacia la vida, un recordatorio de que el dolor se puede compartir y que existen caminos para aliviarlo.
Más allá de lo clínico, el reto social es dejar de ver el suicidio como un tema prohibido. Hablar de él no lo provoca; al contrario, hablar salva. Cada conversación honesta, cada acto de acompañamiento, cada búsqueda de ayuda profesional puede marcar la diferencia.
El suicidio nos confronta con preguntas profundas sobre la vida y el sentido de existir. Recordarnos que pedir ayuda es un acto de valentía, y que ofrecerla es un compromiso humano y profesional, nos coloca en la posición de tejer redes que sostengan. Porque en medio del dolor más oscuro, siempre hay una posibilidad de luz cuando se extiende una mano.
“Lo que salva a la gente no son tus poderes sino el peso de tus palabras.”
Por ZERA psicologia y Psicosentir y Actuar.



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